De textiles olvidadas a accesorios con historias
Todo comenzó con una pregunta: ¿Por qué seguimos desechando telas en perfecto estado mientras el planeta sufre?
Pero pronto surgieron más preguntas: ¿De dónde viene lo que usamos? ¿Quién lo fabrica? ¿Hacia dónde va cuando ya no lo queremos?
Cada año, millones de metros de tejidos en desuso, excedentes de stock y textiles con historia terminan en vertederos. Recursos valiosos se pierden sin aprovechar su verdadero potencial.
Soy Micaela, fundadora de Ropero Fractal, y este problema lo viví de cerca mientras trabajaba en una planta de reciclaje textil. Vi con mis propios ojos cómo toneladas de telas en perfecto estado eran descartadas. Un desperdicio innecesario, no solo de recursos, sino de oportunidades.
Como madre migrante, entendí también la falta de oportunidades laborales para muchas mujeres. Fue entonces cuando conecté ambas realidades: ¿Y si transformamos estos tejidos en accesorios sostenibles mientras generamos empleo social?
Hoy, damos una nueva vida a textiles que aún tienen mucho que ofrecer. Colaboramos con talleres locales y asociaciones como la Asociación Culturas Unidas de Valencia, promoviendo empleo digno y fomentando la economía circular en cada paso.
Lo que comenzó como una idea, hoy es un modelo de negocio circular que impacta en la moda, la industria textil y las personas. Nuestro objetivo es seguir creciendo, estableciendo alianzas estratégicas y liderando la sostenibilidad en la industria.
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